martes, 5 de marzo de 2019

Las flores prohibidas

A Baudelaire, 
en el improbable e hipotético caso de que Dios existiera


Soy yo,
         el vividor,
                 el rebelde,
                             el eterno sufridor.


Quiso Dios desterrarme
y se encontró con mi diabólico arte:
la agitación, las drogas y la poesía.
Se encontró con el amor a las flores prohibidas.

Soy yo,
                    grito en la noche,
                           sereno luchador,
                                                 que enciende las llamas retando a Dios.

Quiso Dios camelarme con promesas de vida eterna,
con una salvación sempiterna.
Pero ahora escúchame, la muerte acecha
y no cesaré en mi intento de hacer mi efímera vida, eterna.

Porque las flores del mal
            me llaman,
            me retan, me arrastran,
                         me desencadenan,
                              me liberan.

Ahora escúchame, soy yo, Caín,
aquél desterrado, que vive con límites pero sin reglas, 
que resucita versos prohibidos buscando la libertad.

El hálito de la muerte
nos sigue siempre,
así que no permitiré que me encierren,
ni que en vida me condenen,
a ignorar las flores prohibidas,
ni a asesinar a la vida.

Les fleurs du mal (1857) Charles Baudelaire, illustrées par Rodin.



jueves, 20 de diciembre de 2018

Les gilets jaunes

Escuchad nuestras voces, uníos,
si estáis hartos de que la noche ahogue vuestra voz,
si queréis liberaros de las cadenas que os atan las manos,
si soñáis un mundo para todos,
escuchad nuestras voces, uníos.

No dejéis que el eco distorsione la libertad
quiero refugiarme al calor de una generación encendida,
quiero que las llamas desvelen que no somos una juventud pasiva,
porque de las cenizas
renacerá un alba y un mejor día.

Escuchad nuestras voces, uníos.
No dejéis que os vendan el plástico
que inunda las olas del Atlántico.

Nunca nadie ha regalado nada,
por eso la lucha comienza con las palabras,
con los gritos derramándose al alba,
con las guitarras.

Pero nunca nadie ha regalado nada,
hemos conseguido lo que tenemos con sacrificios, sangre y lágrimas,
pero nos queda mucho por luchar.

Pero nunca nadie nos ha regalado nada
y si nos silencian y tergiversan nuestras palabras
habrá que llegar a las llamas:
un fénix volando entre las barricadas
de Madrid, Berlín, París o Praga.

Porque nunca nadie nos ha regalado nada,
llegará el fénix a traer lo que nos faltaba,
el más preciado tesoro: la esperanza.


Estudiantes en mayo del 68, aquellos días de vino y rosas.

Les gilets jaunes, en Paris, à 2018.




A.V. Bosqued

miércoles, 17 de octubre de 2018

El blues de la chica rubia


Me dejé en mi habitación
unos esbozos y unos discos de Louis Armstrong.

Y salí directo al pasillo
porque un saxofón cantaba melodías en tus labios.

No quiero que dentro suene el jazz
sin haberlo bailado fuera.
Puede que haya muchos alumnos
o incluso demasiados pupitres,
pero no hay quien pare el blues de tus ojos.

 
Quizá sólo        el cierzo
sepa soltarte el pelo.

Quizá sólo el viento
 sea capaz de acariciar el swing que llevas dentro.

Resultado de imagen de blues
El blues fugitivo; anónimo (1976)



lunes, 8 de octubre de 2018

Cuidado Zaragoza


Zaragoza, Zaragoza ¿En dónde te has quedado?
Ya no hay anarquistas,
sólo represaliados.

Zaragoza, Zaragoza ¿Hacia dónde quieres ir?
Tanto ruído de coches no deja dormir

Zaragoza, Zaragoza ¿Hacia dónde caminarás?
Lejos de tu Historia mañana seguro andarás
porque las atracciones turísticas han dejado de ser la Seo y el Pilar
para ser el centro comercial.

Zaragoza, Zaragoza ¿No te caerás?
Quien olvida su Historia está condenado a tropezar.

Zaragoza, Zaragoza ¿Y los pueblos de Aragón?
¿Vas a dejar que mueran de despoblación?

Zaragoza, Zaragoza ¿Vas a secar el Ebro
para suministrarte el riego?

Zaragoza, Zaragoza ¿Y el modernismo?
¿Vas a derrumbar tus raíces para construirte nuevos bloques fríos?

Zaragoza, Zaragoza ¿Y Huesca y Teruel?
Serán sólo dos ciudades escondidas bajo los hierros de tu piel.


Resultado de imagen de Café Doña Hipólita, Calle San Felipe, Zaragoza; Elena Manterola
Café Doña Hipólita, Calle San Felipe, Zaragoza; Elena Manterola

viernes, 6 de julio de 2018

El montañés principiante.


Quiero ascender por tu pura espalda,
llegar a tu cima y contemplar las nubes resbalando por tus verdes laderas.

Y ver cómo nacen las cascadas 
de la nieve caída en invierno.

Quiero conocer al ibón que nace en tus horas más frías.
Y olvidar las ermitas, los crucifijos, los desiertos,
verlos arder en el sol de primavera.

Descongelar la lámina de escarcha
de aquel río que desciende por tí, montaña.

Descubrir por qué las hayas guardan
los rayos de sol en sus manos.

Dormiré en el ocaso de los cables,
cuando los vea alejarse tenderé mi insomnio
y reiré tranquilo viendo cómo se marchita.



Elena Vela Tomé; Sobre las cumbres (2011)

A.V.Bosqued

Las flores prohibidas

A Baudelaire,  en el improbable e hipotético caso de que Dios existiera Soy yo,          el vividor,                  el rebeld...